viernes, 20 de mayo de 2016


“Poema de 6 a 7”

(Persuasión de perseverancia)

 
Fernando García M.

*Datos de pista:
Canción: Vishnu.
Álbum: Tri.
Artista: My Sleeping Karma.


jueves, 19 de mayo de 2016


“Comprensión de lectura“

(Espejismo concurrido)



Fernando García M.

*Datos de pista:
Canción: Gamble.
Álbum: Midnigth menu.
Artista: Tokimonsta.

miércoles, 18 de mayo de 2016


“La inapetencia de Baco“

(Aspirar de tiza china)

Concibiendo descendencia,
Con una blanca allegada,
Llevan los herederos,
Cortezas y guirnaldas,
Expresan delgados bordes,
Picos dentados y confusos;
Mecanismos de defensa,
Que imparten al divertirse,
En consumación de justicia;
Revancha dominical vespertina,
Motín suburbano que desata,
Al corregir pernicioso,
Intrusos venidos de oriente;

De venganza a discordia,
De sífilis a malaria,
Aquel que le dio origen,
Recorre en fuga nocturna,
Puertos de cautiverio colono,
Haciendo incomodo hogar,
De principescos salones,
De temibles calabozos,
Que empedrados procuran,
Serpientes septentrionales;
Cúpulas en dominio impuesto,
Que saltean segundos castigos,
Poderosos muros insuperables,
Que perturban cualquier luz;

Ruinas curten larga la astucia,
Desagravio en quicio,
Fiel surte el azote;
Suntuosas cestas de frutas,
Amenizan la moral distraída,
De su primer adolecer;
Notable aptitud límpida,
Mancilla en ayuno licencioso,
Removiendo copas de vino.

Fernando García M.

lunes, 16 de mayo de 2016

“Aristeia de una noticia”

(Notificación institucional)

Oh zalamería cibernética,
Que con mensajes engañas,
Aclarando lo indefinido;
Reptando cual alimaña,
Se acerca tu llanto,
Anunciando crepúsculos hambrientos,
Reclamando futura paciencia,
Ante suplicios e inequidades;


Oh delirio terrorista,
Son épocas de cambio,
Las que agitan las percepciones,
Hasta el silencio sublime;
Hasta el admitir corroído,
De aquella solvencia precaria,
Que incauta ruda se asoma,
Esbozando horas de anonimato,
Emprendiendo infructuosas cruzadas,
Por aquel bien soberano,
Derecho último y primero,
Del procurar subsidiado;

Oh justicia que exiges,
Reprensión y equitativo,
Análisis siempre se debe,
El artículo de adusta calaña,
Que enviado desde lo desconocido,
Desglosa en turbidez macabra,
La real fantasía ajena,
Que a los súbditos aqueja,
Y a los esclavos conforma;

Buena nueva petitoria,
Que salda con impavidez augusta,
Insomnios y madrugadas,
Dedicaciones y entregas;
Sugiriendo sin más problema,
El retardo ineludible del pago,
Que mediante una nota casual,
Mezquino en bandeja de entrada,
Resume cual décima mensual;
Aquello que anterior se hubo recibido,
Enlongar se debe ahora, 
Sin mayor rezago;

Oh ilusorio espejo,
Promovido a enardecer la inteligencia,
Queden los ojos perplejos,
Muda la voz que requerir pueda;
La salud, madre de tantos honores,
Señora encomiable de mil pretendientes,
De todos sus vástagos debe,
Tan solo respeto solemne,
A los engendros que con la política,
En incestuosa pasión ha concebido,
Para yugo y tormento del mundo;
Padre aquel de excelente puja,
Que sin agüero impugna,
A millares de inocentes incultos,
Centenas de pactos salvajes,
Penitencias de índole haitiana,
Pócimas dosificables
De satírica santería;

Embargo fulminante
De inseguridad insufrible,
Qué queda a aquellas manos,
Qué, a aquellos laboriosos puños,
Que se esmeran abnegados,
En ofrecer consuelo y abrigo,
A cuantos padezcan desahuciados;
Acaso horror de facturas,
Que adhiriéndose a la piel,
Causan ulceras flamantes,
En calzados y bolsillos;

Acaso frágiles suspiros,
Del intangible que devenga,
Buscando saciar toda falencia,
A más que con sacrificio y lucha,
De lunas y ocasos extras,
Con apócrifos eufemismos,
Que refocilantes provienen,
Para martirio de trémula nomina,
En tan decadente infraestructura;

Oh indescriptible aflicción,
Que turbas la paz del corazón,
Acusando lo inmaculado del alma,
Con preocupaciones y compromisos;
Calcínense ya las retinas,
Malógrese todo mirar posible,
Todo entender considerable;
Trisómicas se arrastran a un tiempo,
Las hijas malquistas
De la antes mencionada,
Inútiles cual corrientes turbias,
Sacúdense para interrumpirse,
Desfigurados son sus rostros,
Impasibles sus nombres alevosos;

Llamase una Cobertura,
Cubriéndose solo a sí misma,
En el más encubierto deleite;
Denominase otra más ligera,
Con flema y pompa, Oportunidad,
Siendo solo oportuna,
Para aquel que de fondos dispone,
Al momento de afrontar,
Calamidad y percance;

Gemelas son ellas dos,
Que en marcha incompleta,
Alcanzan desdeñable tercio,
Pues como guía les acompaña,
Nimio un varón desigual,
Colmado en dilaciones opuestas,
De estampa despreciable;
Acceso, que pobres invocan,
Aquellos que sedientos reciben,
Cenizas en labios lacerados,
Lágrimas en pálidas sienes;

Oh territorio que a nadie perteneces,
Mancillada la tierra sucumbe,
Ante la danza funesta,
De aquella terna indolente;
Parteras son Ellas de mala saya,
Y Él, camillero pederasta,
Que con deferente trato,
Entre calabozos y murallas,
Trae embriones de calendarios;
Décadas, décadas y décadas,
De cadáveres y usuarios,
Que han partido irresolutos,
Sin más que pospuestas agendas,
Casi próximos a lo específico;

Oh contienda que a nadie incumbes,
Subterráneas son las cumbres,
De aquellos que te celebran,
Incorrectas las maneras,
En que afrentes te distribuyen;
Increíble abandono implica,
El abuso que te promulgan
Cuantos gusten impunes,
Pues por ti nadie coloca,
La nazarena mejilla contraria;
Permitiendo sean tus representantes,
Palmas de industriosa procura,
Duendes que asumen temblores,
De hipotecas, letras y decomisos;

Semillas de errónea cepa,
Microbios de cualquier calma,
Que en clamores de medio día,
Expone la cruenta ausencia,
De liquidez y efectivo,
Cuando seca la oscura morada,
Noticia da del arribo,
De tijeras carmesíes;
Cuando triste al retorno la cría,
Afirma no ha participado,
En la instrucción 
Que diurna acostumbra,
Precisamente por la falta,
Del deber remunerado;

Oh agravio comedido,
Insinuación de espeso potaje,
Fármaco caduco a una vida buena;
Sin esperanza distinguida,
Hipotensión crediticia eres,
Que amenazas colapsarte;
Quimera de sueldos tardíos,
Evento de cese inminente,
Que ante el menor inconveniente,
Siempre brinda la mano;
Necesidad de sal y coterráneos,
Primas que juradas se prestan,
Antes de haber atracado;

Vano esfuerzo de sabor insípido,
Que suele liar invierno,
Al rumiar mustio verano,
Gigantes de sombras curvilíneas,
Semblantes dispuestos al acecho,
De recaudadores vespertinos,
Que se suelen amantes furiosos,
De blanquecinos canaritos nasales;
Sofoco de intento espectral,
Por huir sin que lo noten,
Aguardando a que entrada la noche,
Se hayan ido cansados 
De esperar por algo tácito,
Pacientes y cobradores.

Fernando García M.

viernes, 13 de mayo de 2016


 “Semejante pero sin”

(Del horizonte hacia sur) 

Circulo encendido en trece,
Pirueta que volteas las castañas;
Alta se crece la vara,
Tirso es de nube enhebrada,
La plenitud que se pierde;
Encargo que de solicitud nula,
Arremete inesperado,
Disecando entre envolturas,
Terrenales pasiones;

Modismos rebautizados,
Incompletos y parecidos;
Vejez que roba el estilo,
En parábolas de ciegos,
Que entusiastas contemplan,
Tal retrato interminable;
Mundo celoso, que inflamado,
Sesgos marca en retorno.

“Del horizonte hacia sur“

(Jardines e idolatría)

Cuando acabe la ira,
Y apagándose la antorcha,
Torne todo en tinieblas,
Clama al tiempo preciso,
Perecedero y sublime;
Rescata  cualquier
Pienso probable,
Para que derivado
De tal desgracia,
Irritante ardor
Se suscite;

Cual contar sin uno mismo,
Cual señalar la lira vacía,
El palabrear se seca en los labios,
Dando salinidad al silencio;
Al cese de la furia,
Echar mano del trueno,
Siempre trae complacencia;
Luminosos tallos de herramientas,
Flores de zinc engalanan,
Olivos de alambres y agujas,
Coronan gloriosos las sienes;

Tibio caldo de jengibre,
Ondula su pétrea sombra;
Oxidado candelabro,
Se suele la tristeza,
Al cavar delirantes
Recovecos;
Suculenta astucia,
Que toma del
Recuerdo la noche,
Combativa culpa
                                                                 Nada desdeñable.

“Jardines e idolatría“

(Del horizonte hacia norte)

Alistar puedes ya
Mi nombre,
Permiso es a ti
Concedido;
Mencióname como
Plazcas,
Arrulla en divinos
Sueños,
La compasión
De esta guarda;

Allí le conduce y forma,
En contrario sentido 
Le restituye,
Siempre cual gárgola
Descubierta,
Reemplazando sus lados,
Para resultar irreconocible,
Cual eyaculación
En el desierto;
Cual mancilla
De hombre,
Acatando lo
Que la ley
Dicta;

Deleite fue el sexo
De San José;
Consumación
Pesarosa.

“Del horizonte hacia norte”

(Dispareunia enmascarada)

Trazas dos de Ceylon,
De manzanilla tres,
Cuarto de mandrágora,
Hágase en la caldera;
Extreme en demasía,
La célula su volumen,
Nitroso explaye su peso,
El neto contenido,
Mesiánico ajuste
Su dulce, al gusto;

Tigresas dense
Las cucharadas,
Rugiendo la castidad
Mas ensanchada,
Interviniendo en
Suaves evocaciones;
Resuma la calma
En breves sorbos,
Todo lo circundante;
Despeje a cabalidad
Cualquier indicio,
Cual inclinadas ilustraciones,
De brújulas desabridas.


“Dispareunia enmascarada”

(Consuelos de siervo oeste)

Nárrese en forma sugestiva,
Deletrese de modo
Que símil pueda,
Implicar acompañan
A la fantasiosa voz,
Los más vulgares
Recuadros;

Destruyese  
Siempre el silencio,
Por cosa menos valiosa;
Deslumbrase cada escucha,
Ante representaciones
Corrompidas;
Reinvención de algunos,
Renacer estilístico
De almas privilegiadas,
Que al rayar urente
Ofrece revelación;

Obra maestra,
Concepción majestuosa,
Cogestión de ultramar disidente,
Que arrincona la censura,
Al borde de lo sacrílego;
Fresca es la postura
Que adquiere devoto,
Esplendida la calidez
Que colma su rosto,
Denotando asombro tardío;

Irradiar magnifico,
Son sus mejillas y labios;
Suplica desprendida
En arcos ensombrecidos,
Vivacidad de rojo crudo,
Sensatez de nácar deslenguado,
En gris y azul de vestido,
Que compungida le cubre,
En recreación enaltecida;

De a gritos
Acusa la virgen.

“Consuelos de siervo oeste”

(Semejante pero sin)

Desconociendo posesión alguna,
Despojado de toda propiedad,
Recoge su silueta el diván;
Comide tal terciopelo,
Con encumbrados cisnes,
Que vierten vajillas
Ricas en detalles;
Superficies triangulares,
Donde pastan
Violentos carneros;

Mezcla de ruidos agitándose,
Con embudos por sombreros,
Al descender hasta el entendimiento,
Al desmantelar esencia
En epifanía celeste;
Hervidero de
Agujeros displicentes,
Tríptico en ponzoñosa
Advertencia,
Martillar de maderos
Y hogueras,
Que adeptos fabrican,
En infundadas
Interpretaciones;

Humanoides insectos,
Inflamable paja de pescados,
Búhos arrojan monturas,
Dilatadas en apariencia,
Aumentadas entre humus,
De poliéster e incienso;
Configuradas para ser
Magia elemental,
Apurando imágenes
Y dimensiones;

Picos de acero y empuñaduras,
Marfil de oro incrustado,
Contundente sacude su flama,
La cifrada entidad sangrada,
Símbolo en movimiento,
Al retraído observador;
Procurar acompasado,
En ilusión de desplazamiento,
Alarido ejemplar y descocido,
Arma de lucha a lo penetrante,
Ausente vocal abierta,
Sin la cual no existe Dios.

Fernando García M.