miércoles, 26 de septiembre de 2018



“Por más fuego que humo”

(No, otra vez)



Existe un corazón solitario,
Que en algún lado se esconde,
Temeroso, quizá aguardando,
La belleza gentil de otros ojos,
Que sepan también esconderse;

Anima nunca libre del todo,
Es la ilusión siempre esquiva,
Exhumada en recuerdos y heridas,
En palabras que dichas implican,
El más profundo silencio;

Existe un corazón cansado,
Desgarrado por días sin suerte,
Resignado tal vez al vacío,
De que no habiten otros ojos,
En rostro alguno sensible;

Aura etérea sin remedio,
Es la esperanza siempre escasa,
Extraviada en compromisos y partidas,
En saludos que igual significan,
Despedidas carentes de retorno;

Existe un corazón cautivo,
Empecinado en palpitar constante,
Orgulloso, quizá desquiciado,
Por la risa de otros labios,
Que abriguen silabas dulces;

Hálito ausente de motivo,
Es la paciencia insomne,
Embelesada en imágenes lejanas,
Ansiedad que electrizante obliga,
A traicionar todo abandono;

Alma que sufres aquel pecho,
Sostén huesos y carne,
Aferrándote firme a la vida,
Que en disímiles estados,
Sacude la voluntad del anhelo.

Fernando García M.

*Datos de pista:
Tema: Por más fuego que humo.
Autor/Interprete: Fernando Garcia M.

jueves, 20 de septiembre de 2018



“Detalle de amor y amistad”

(Tregua de involuciones)



Mundo cruel y salvaje,
Demonio de mil caras,
Si has de tomarme en serio,
Comienza igual por llevarte,
El alma que oculta paga,
El padecer de esta carne;

Fascinación tengo la piel inflamable,
Dispuesto a la llama alta,
Del más aborrecible descanso;
Perdón que siempre lejano,
Agita silencios y palabras,
Rigor también despreciable;

Entidades nocturnas,
Espíritus ansiosos de sueños,
Que engendren pesadillas;
La soledad susurra desengaño,
La voluntad avaricia,
Deseo de frescos labios;

Corazón que palpitante,
Devuelva algo de calma,
A ese infierno insaciable;
Furia que consumida,
Libera nunca los pensamientos;

Mundo salvaje y cruel,
Espejismo de infinitos rincones,
Por sangre revuelvo hiel,
Guiado entre oscuras intuiciones,
Consagrado al nombre aquel,
Que procura siniestras concesiones;

Desvelo de inútil quimera,
Abandono opongo a la suerte,
Que ofrece nociva la espera,
Que incierta traiga la muerte,
Ausencia también de tinta;

Mis puños aún cerrados,
Contienen ilusiones y cenizas;
Mi voz cual ondas de cianuro,
Conoce la manera precisa,
De albergar ojos y oídos;

Evolución jamás sucedida,
Contemplar de rencor inexistente;
Ahí acude otra vez,
Subiendo bajo las uñas,
Arruinando todo escape posible;
Sometiendo amenazante,
Entre sensibles suplicios,
Tragedia jamás cambiante,
De obsesiones y desencuentros;

Mundo cruel y salvaje,
Demonio de mil caras,
Comienza igual por llevarte,
El alma que oculta paga,
El padecer de esta carne.

Fernando García M.

*Datos de pista:
Tema: Tregua de involuciones.
Áutor/Interprete: Fernando Garcia M.

miércoles, 12 de septiembre de 2018



“Involución rítmica 14”



Listado de poemas

1.      Prerrogativa a Judas.                         -00:50
2.      Previo a la resaca.                              -03:05
3.      Promesa a las nuevas generaciones.   -07:08
4.      Que todos sepan de mí.                     -09:37
5.      Respendimento.                                 -11:00
6.      Revelación interruptora.                    -12:47
7.      Sí, sí, sí.                                             -14:37
8.      Salvador hiperbólico.                         -16:02
9.      Preestablecida equivalencia.              -19:14
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“Prerrogativa a Judas”

(Desde lo inconsciente le dicta su destino)

Me ha susurrado
Que debo entregarle,
Que labor es de mis labios,
El fecundar aquel delator beso,
Que facilite su maravillosa obra;

Luego, imágenes acuden confusas,
Y entre recompensas infinitas,
Estallidos de carcajadas,
Culminan súbitamente,
Tan atormentados sueños;

Abrir sudoroso de parpados,
Repentino pánico despierto,
Que agitado recuerda al instante,
Aquella propuesta que antes rechace;

-Tentadoras piezas de plata-

No obstante, hoy bajo la luna,
Al mencionar delante de todos,
Que alguien habría de traicionarle;
Intrigado entre remanentes,
De arrebatados desvelos,
Indagar quise si sería yo,
El autor de tal ultraje;

Respuesta fue la que obtuve,
Salida de irreal experiencia,
Consumida en sin igual locura;
Decidido en tono inexorable,
Asintió; *Judas, tú lo has dicho;

-Con sereno pasmo,
Emprendió su camino-

Clara es la misión,
Que en esta tierra de contrastes,
Cumplir debo oneroso;

Merecedor de tales incentivos,
Que en oníricas profundidades,
Cual galardón me otorga;
Ejecutar debo las instrucciones,
Detalladas por el en lo dormido;

-Enfáticas en obligación,
De extremo secreto-

Recalcando acorde a lo estipulado,
En simbolizar la minusvalía del dinero,
Al devolverlo con airada humildad,
Aparentando inútil arrepentimiento,
Comprendiendo ninguna causa,
Proclamada cual verdadera,
Se entrega por monto alguno;

Cumbre momento,
De eternidad sublime,
Suspendido de áspera soga,
Picotazos de cuervos le despiden;
Inmaterial se desplaza ya,
A la divinidad de su reino.


“Previo a la resaca”

(Bizarro parpadeo sacro)

Ínfimos detalles hermosos,
Trae la vida en maneras,
Oscuras, lejanas y celestes;
Caminos que hacen del alma,
Ancla en proa de estorbo,
Superioridad de calma cruel;

Romántica contemplación,
De abundante belleza;
Silencio de restantes amistades,
Sobradas en pálida muerte;
Popular tendencia,
Que exige por estos días,
Voces que evitan nombrarle,
Al olvidar las vueltas varias,
Del mundo siempre salvaje;

Ajenas amenazas,
Erguidas denotan caricias,
Aristas que nunca exhibidas,
Mostrar no podrán circunstancias;
Gimiendo en cólera necia,
El dolor de la razón alicorada,
Narra episodios de almohada,
Recónditos de abatidos parpados;

Dulce salvador,
Extenuado al dormir,
Profundo sueñas,
Frustración e inconveniente;
Recreaciones persecutorias,
Donde nunca resucitado,
A cabalidad la historia,
Omitió tu esmerado sacrificio;

Trucada realidad,
Donde oníricas revelaciones,
Evidencian cual único cambio,
En el desenvolver humano;
La adición de la letra H,
A aquellas palabras,
Que en la actualidad
No la poseen;

-Harco, Hocio, Haleluya, Harmonía, Hamén-

Desde mucho sabido es,
Las manifestaciones propias
De inmóvil reposo,
Bizantinas figuran,
Cual contrastados desvaríos;

Colada robustecida,
En restos diurnos,
Condensados en tropel,
De frágil inhibición;

-La H de ella, M. Helena-

Confusiones como esta,
De labios y silabas,
De estrellas y damas,
De soplidos que liquidan,
En interrogantes desinteresados,
Que señalan cual dudoso,
Su retorno del sepulcro;

-Paranoia abstinente-

Sensación fortuita,
Que no distinguible sugiere,
Cuanto ha presenciado,
Producto es de amarga tortura;

Cálida condena infernal,
Que siendo antítesis,
De agradable alivio;
Supone su ausencia,
Igual confecciono alegorías,
Ceñidas a un mismo hilo;

-¡Vocablos con h poliglotas!-

Caldo de carne y lamento,
Avivado en la no resurrección,
De inflamadas quimeras,
Del mesías que fallecido,
Otrora sobrio, reapareció;

-Ineludible compromiso era volver-

Tambaleaos ahora,
Consumada su segunda venida,
Maravilloso el existir se puede,
En siestas de bar,
Con mejillas húmedas;

-Curva tornase en pesadilla-

Padre, madre y hermano intermedio,
Con cabezas en pieceros,
Descansan cabelleras descalzas,
Al observar la pantalla refulgente,
Remover frecuencias invisibles;

Asunto de poca relevancia,
Es mencionar el contexto,
De la sagrada familia,
En tan delirante experiencia;
Universo exonerado,
De alabanzas a maderos,
Y paciencias redentoras;

-Mina de oro circense-

Semejante en no acontecida,
Coincide con sus pasos insomnes,
Que debilitados en suprema misión,
Idos descansan frente a la barra,
Entre pestañas adheridas,
Y exhalaciones entre cortadas;

Auténtica fantasmagoría cristiana,
Temores que de divino mensajero,
Significan también la supresión,
De aquel segmento extremo,
Arraigado en doctrinas de oriente.

-Hodio, Hamor, Hasco, Hadoracion-


“Promesa a las nuevas generaciones”

(Predica de averno a las almas ya condenadas)

Al encontrarnos en el pabellón,
Blanco un tenue silencio,
Mezclado con aura de muerte,
Escenario cedió para que atónitos,
Viéramos sus rostros exactos,
Símiles en meticulosa medida,
A los nuestros colmados de extrañez;

Prendados de mirares,
Sorprendidos e incrédulos,
Desconcertados al contemplarnos,
Los unos en los otros,
Diferenciados e idénticos,
Ajenos y comprometidos;

Presa de temerosa gentileza,
Con espectral voz inaudible,
Faltos de silabas y alientos,
Exclamamos al unísono;

*Gracias por regresar,
Nosotros también volveremos;

Luego, abandonaron el horizonte,
Sombríos e individuales,
Secuenciados simultáneamente,
Al separarse por épocas y tiempos;

Conducidos por largos pasillos,
Donde el olvido de lo referido,
Gradualmente poseía las sensaciones,
Que residuales aún conservaban,
De aquel involucrar de entendimiento;

Súbita una luz cegante,
Pétrea provoco lágrimas,
En nuestros parpados cerrados,
Inculcándonos desamparo y horror;
Forzándonos al llanto,
Cual modo inequívoco,
De expresar desconsuelo;

Alaridos agitados,
De apuradas mujeres,
Acapararon todo impulso posible;
Empapados en tibia sangre,
Excluidos fuimos en absoluto,
De aquellos cuerpos de albergue;

En tanto, llegados los días,
Creímos poder alabarle,
Sabiendo reconocerle,
Desafiante y ebrio,
Mal vestido y humillado;

No obstante, impuesta la vanidad,
Como verdad de terrenal fe,
Habitando vidas desafortunadas,
De antemano asimilamos confiados,
Le rechazaríamos con aborrecible repudio;
Obstinación que haría le ensalzáramos,
Arrepentidos en fraternal comunión,
Citados al gozo de su reino.

-Soberana nación infernal-


“Que todos sepan de mí”

(Y así, sepa yo de ellos)

*Huesos todos,
Cautivos de juventud,
Libertad traerán los años,
De miedos y decepciones;

Alma de pulcritud intangible,
Abordando en ocre ocaso,
Opacidad de noche última;
Mantén prestos los versos,
Que fugaces se valen,
De estas manos celosas,
Al plasmar las huellas,
Que de ojos desconocidos,
Son alaridos colmados,
En diversidad de labios;

*Sangre que aún te agitas,
Sujeta a impetuoso brío,
Indulto de vetusto pasmo,
Escindir suele la muerte;

Anima de fortuna y fama,
Que ofreciendo dulces amores,
Otorgas pérfidos desengaños;
Concede suelto sea,
El palpitar que hipnotizado,
Asume ilusiones y sueños;

Permite, vuele más allá,
Del falso telón del sepulcro,
Pronto a mujeres y hombres,
Que en tribulación requieran,
Del andar de estos pasos.


“Respendimento”

*Subtitulo:
Los verdaderos creyentes,
Al no compartir por completo,
Aceptan lo diferente.

*También soy mudo,
Y aún cuando escuchar pueden,
Mi voz al leer estas líneas,
Negra la tinta tono ninguno,
Abriga agudo o grave;

Siendo en obscuro silencio,
Quien inicial adjudica,
Despreciables seudónimos,
A sentimientos derivados,
De penitencia y minusvalía;

No toda palabra,
Ostenta significado interpretable;
Algunas cual inertes símbolos,
Activas transitan en fonaciones,
Desprovistas de emoción especifica;

Similares a aquel Dios,
Que prefiriendo soledad,
Antes que concurrido pecado,
Reclama adoración de almas inermes,
Consumidas en pétreos deseos,
De turbio barro ingenuo;

-¿Plegarias decididas de premuroso ampón?-

Aún no olvido como escribir,
Aquello que a cabalidad ignoro;
Asuntos que nunca conocidos,
Sé no lograre esclarecer,
En esta u otra existencia;

Atento mundo maquinal,
Mudo soy a semejanza,
Articulando vocablos extintos,
De futuras frases no concebidas;
Expresiones que no habitaré,
Hasta que cautivo me posean;

¡Libertad, hablo de entendimiento!


“Revelación interruptora”

(Deshecho superlativo cristalizado; Fasciculación reptil)

Indómito predicador,
Que inmolaste aquel cuerpo,
Al suplicio de la materia,
En pro de que libres sus almas,
A tu lado habitaran confines,
Infinitas e iguales ante la muerte,
Exoneradas de todo pecado;

Sublime en misericordia,
Disipa la voluntad regia,
De tan magnánimo espíritu,
Sobre aquellos virtuosos,
Que nombrándose discípulos,
De tu sagrada enseñanza;
Brindan perfecto vientre,
A la esclavitud que procura,
Ahogar de palabra confusa,
Mezquina en hazañosa suplica;

Retorno consecutivo,
Que no nacido de virgen,
Para reinar sin corona,
Arrebatado te ha traído,
Entre incomoda miseria;

Expectación de escandalizado prójimo,
Que incrédulo a cabalidad,
Rechaza la posibilidad insólita,
De que siendo roca fuerte,
Encarnes el fatigar de sus bocas;
Labios perpetradores de siglos,
Aludiendo fuentes de viva agua,
En plenitud de gloria atemporal;

-Tomándose por los hombros-

*Incalculable profeta místico,
Verdadero siempre has sido,
Y en tu lucha desacertada,
Si bien no cosechaste,
La totalidad para el padre;
Ecuánime reino has conseguido,
Inevitable y hermoso,
Lúgubre e impensable,
Enaltecido cual dios perpetuo,
Articulado en descendidos tendones.

-Reiterar de vórtice calvario-


“Si, si, si”

(Triple x tormentos, decía)

*Época que azotas la tierra,
Ignorante poco menos,
De cuanto ya olvido;

Sobrealimentados predicadores latinos,
Declarando ser dios encarnado,
Cautivaran envilecidos aborígenes,
Que en modas y salarios,
Harán de sus pieles lienzos,
De números y letras;

-Patética ficción; 6/S.-

Proclamándose solemnes,
En pantallas y transistores,
Cual postrero en resurrección vivo;
Lucirán atavíos exuberantes,
Guiando consciencias y bolsillos,
Abordando lujo y ostentación;

Acusando de demoniaca y perversa,
A escuela apostólica romana,
Exagerando en demasía aquello,
Que desde mucho es sabido;

Oponiéndose a mi voluntad,
Agraviando el abolengo,
De mi soberano nombre;
Ridiculez de falsa gracia,
Que en supuesto crecimiento,
Nada ha de cambiar;

Entre ellos le he visto también,
Con símbolos impresos en antebrazos,
Y pañitos para el rostro empapado,
En purga de sudor y llanto.

-Todos en el averno-


“Salvador hiperbólico”

(Toda confianza sea en ti)

Repetirse en errores,
Infalible no convierte,
El acto de ejecutar,
Aquello poco conveniente;

Padres asignan símiles nombres,
Cual identidades a sus hijos,
Los mismos que al hacerse hombres,
Reiteran sustantivos pasos,
Permitiendo homónimos deambulen,
Perpetuos sobre la tierra;

Vagando errantes e insomnes,
Al cometer impropios agravios;
Ordenes predestinadas,
Prejuicios inquebrantables,
Que arrastrar deben sin replica,
A modificación alguna;
Voces que les llaman,
Ancestrales en el reverberar,
De fonaciones semejantes;

Reincidir en aciertos,
Obligatorio no implica,
Que inmaculado sea el triunfo,
De la intención sobre la voluntad;

Anima de mundo,
Que siendo madre inmortal,
Has engendrado los pueblos;
Concede gracia de nudo,
A los hilos que frágiles,
Contienen sus respiros;

Jamás deben cesar,
Sus acciones que en continuidad,
Precisan el principio que cita;
Cuanto perfecto fue,
Transformado ha sido,
Para deshacerse e integrarse,
En tal marea violenta;

Manos innumerables,
Arrebatadas en gozo inmundo,
Culpables y pueriles,
Inocentes de ineludible destino;

-¡Disipación de las eras!-

Aferrada a la velocidad de la vida,
Cabalga la juventud desmedida,
Herida gravemente de ocasos vacíos,
Al sangrar días con lunas,
Que culminan en cenizos matices;

Arrugas y estrellas,
Que múltiples confluyen,
En la carencia total de fuerzas,
Que turgentes se opongan,
Al surgir nuevo del alba;

Atormentada sin remedio,
Por el fantasma sutil de la muerte,
Débil se arrastra la vejez,
Al marchar inexpresiva,
Donde resumidas las decisiones,
Consienten arribo a la escasez,
De argumentos que suficientes,
Eviten el calcinar indefenso;

*Redentor superlativo,
Que invisible proyectas,
Sombra de luz piadosa,
En el silencio que ajeno,
Colma los cuerpos caídos,
Al precipicio blanco
De lo infinito;

Dispón el carácter,
De tus lamentos y afinidades,
Para que todo sea cumplido,
Conforme la paloma,
Al posar lo ha dicho;

Alma de la humanidad,
Somos una comunión;
Comunión de la humanidad,
Somos un alma.

-Luego, iniciaron martillos y clavos-


“Preestablecida equivalencia”

(Más de tal economía)

Bocadillos de Satanás,
Son aquellas almas,
Que piadosas algún día,
Retornando al antiguo hombre,
Llevan sin costo adicional,
La tasa del siete por uno;

-Gratis; por cada previo- 

Demonios que capitales,
Antes no les aquejaban,
Hoy cual hábiles legiones,
Modulan humores y conductas,
Haciendo imposible el paso,
Por el ojo quizá dilatado,
De sus respectivas agujas;

Uniones de creencia desigual,
Devoradas por la incertidumbre,
Procuran desavenidas ocasiones;
Comportamientos que insospechados,
Recrean el azar ficticio,
Que conocido por el creador,
Desde el principio del cosmos,
Simboliza libre albedrio;

-Indiscutible aleatoriedad emulada-

Porcentaje de errores y aciertos,
Que asociado en posibilidad infinita,
Manifestación siempre adquiere,
De extraviada fatalidad,
Opuesta a la fantasía enrarecida,
Que delirante le persigue;

*Simón, digno vástago,
Inexorable tu nombre,
Entero en humanidad y poder,
Próximo les habría redimido,
Desmantelando tal adefesio,
Ideación de autor inmaterial;

Juicio que borrascoso desvía,
Sueños en pesadillas siniestras,
Donde ella ciega en devoción,
Luz brinda aún a este abismo;

Trama de sigilosos solitarios,
Búsqueda de corazones,
Que abiertos a la auténtica fe,
Huérfanos como aquel tuyo;
Alcancen la salvación encumbrada,
De la paternidad que rehuyendo,
La abolición de su verbo expansivo,
Consintió tan horrible desconsuelo;

Tornado en resurrección,
Constituyendo sagrado núcleo,
De dioses librarían a las naciones.

-Sacra familia universal-

Fernando García M.

*Datos de pista:
Tema: Involución rítmica 14.
Áutor/Interprete: Fernando Garcia M.