“Dulce extrañeza”

(Prevención inútil)

Recuperarse siempre es difícil,

Los intentos no bastan,

Son imágenes inciertas,

De un futuro que ya se ha ido;

Pasiones todas valen la pena,

Igual sangra el corazón,

Igual se olvidan los labios,

Caída la fascinación inicial;

Aferrarse es poco,

Alaridos son pensamientos,

Los ojos recorren vacío,

La noche se sabe silente;

Siempre es difícil recuperarse,

Dolor es la voluntad derrotada,

Carente de retorno seguro,

Displicente es cualquier emoción;

Herida ninguna es meritoria,

Prescindible también el recuerdo,

Risa como llanto nada importan,

Pasado somos ya de otras manos;

Entregarse es insuficiente,

Siendo la desilusión callada,

Manecillas apuñalan los oídos,

Cansados de voces ausentes;

Recuperarse siempre es difícil,

Significa ninguna cosa,

Alivio que pueda contemplarse,

Desolación son nombres y parpados;

Inmóvil la soledad aguarda,

Superior en anticipada victoria,

Alfileres son preguntas sueltas,

Melodías de placeres distantes;

Permanecer inmutable lastima,

Ignorar es apagarse lentamente,

Lejanos desde el principio,

Ingenuo es echarnos de menos.

Fernando García M.

“Piedras desahuciadas”

(Consuelo de tontos)

Deseo de destrucción,

Que posees mis puños vacíos,

Tengo furia en las venas,

Muerto el corazón a vicios,

Implora venganza y condena;

Suprime toda calma posible,

El odio que enardece el alma,

El guiño de aquel fantasma,

Que seré sepultado en tierra,

Luego de violenta partida;

Consideras amor desgraciado,

El olvido carece en recuerdos,

No obstante siempre vigilo,

Mis pasos desde el comienzo,

Ansiado de sangre y suicidio;

Apetito de desaparición,

Que abundas heridas y rostros,

Nudillos arrastro por palabras,

Sardónico en sutiles expresiones,

Aguarda el impulso definitivo;

Sabotaje a cualquier placer,

Es el acechar de lo efímero,

Agitar de manecillas desatadas,

Para dar consistencia al hastió,

Alimentando cólera y silencio;

Ingenua ilusión consumida,

Creyendo soles sin arribo,

Tiempo acontece de súplica,

Garras ostento insaciable,

Sumido en avidez de asfixia;

Roca pateada a un costado,

Camino a ninguna parte,

Es la voluntad de los días,

Animo de golpes ciegos,

Destilando rencor y desprecio;

Cenizas son los ojos dilatados,

Músculos paralizados y expectantes,

Decididos también al reflejo,

De cuellos sobrados en ahogo,

Al reconocer cavidades en incisiones;

Seducción de eterna noche,

Romance mineral es aquel,

Que descubre tal arrebato,

Desgarrando vitalidad y belleza,

Emerge lo nunca consensuado.

Fernando García M.

*Datos de pista:
Tema: Consuelo de tontos.
Autor/Interprete: Fernando Garcia M.