“Semejante pero sin”
(Del horizonte hacia sur)
Circulo encendido en trece,
Pirueta que volteas las castañas;
Alta se crece la vara,
Tirso es de nube enhebrada,
La plenitud que se pierde;
Encargo que de solicitud nula,
Arremete inesperado,
Disecando entre envolturas,
Terrenales pasiones;
Modismos rebautizados,
Incompletos y parecidos;
Vejez que roba el estilo,
En parábolas de ciegos,
Que entusiastas contemplan,
Tal retrato interminable;
Mundo celoso, que inflamado,
Sesgos marca en retorno.
“Del horizonte
hacia sur“
(Jardines e idolatría)
Cuando
acabe la ira,
Y
apagándose la antorcha,
Torne
todo en tinieblas,
Clama
al tiempo preciso,
Perecedero
y sublime;
Rescata
cualquier
Pienso
probable,
Para
que derivado
De
tal desgracia,
Irritante ardor
Se
suscite;
Cual
contar sin uno mismo,
Cual
señalar la lira vacía,
El
palabrear se seca en los labios,
Dando
salinidad al silencio;
Al
cese de la furia,
Echar
mano del trueno,
Siempre
trae complacencia;
Luminosos
tallos de herramientas,
Flores
de zinc engalanan,
Olivos
de alambres y agujas,
Coronan
gloriosos las sienes;
Tibio
caldo de jengibre,
Ondula
su pétrea sombra;
Oxidado
candelabro,
Se
suele la tristeza,
Al
cavar delirantes
Recovecos;
Suculenta
astucia,
Que
toma del
Recuerdo
la noche,
Combativa culpa
Nada
desdeñable.
“Jardines
e idolatría“
(Del
horizonte hacia norte)
Alistar puedes ya
Mi
nombre,
Permiso
es a ti
Concedido;
Mencióname
como
Plazcas,
Arrulla
en divinos
Sueños,
La
compasión
De esta guarda;
Allí le conduce y forma,
En contrario sentido
Le
restituye,
Siempre
cual gárgola
Descubierta,
Reemplazando
sus lados,
Para
resultar irreconocible,
Cual
eyaculación
En
el desierto;
Cual
mancilla
De
hombre,
Acatando
lo
Que
la ley
Dicta;
Deleite
fue el sexo
De
San José;
Consumación
Pesarosa.
“Del horizonte
hacia norte”
(Dispareunia
enmascarada)
Trazas dos de Ceylon,
De
manzanilla tres,
Cuarto
de mandrágora,
Hágase
en la caldera;
Extreme
en demasía,
La
célula su volumen,
Nitroso
explaye su peso,
El
neto contenido,
Mesiánico
ajuste
Su
dulce, al gusto;
Tigresas
dense
Las
cucharadas,
Rugiendo
la castidad
Mas
ensanchada,
Interviniendo
en
Suaves
evocaciones;
Resuma
la calma
En
breves sorbos,
Todo
lo circundante;
Despeje
a cabalidad
Cualquier
indicio,
Cual
inclinadas ilustraciones,
De
brújulas desabridas.
“Dispareunia
enmascarada”
(Consuelos de
siervo oeste)
Nárrese
en forma sugestiva,
Deletrese
de modo
Que
símil pueda,
Implicar
acompañan
A
la fantasiosa voz,
Los
más vulgares
Recuadros;
Destruyese
Siempre
el silencio,
Por
cosa menos valiosa;
Deslumbrase
cada escucha,
Ante
representaciones
Corrompidas;
Reinvención
de algunos,
Renacer
estilístico
De
almas privilegiadas,
Que
al rayar urente
Ofrece
revelación;
Obra
maestra,
Concepción
majestuosa,
Cogestión
de ultramar disidente,
Que
arrincona la censura,
Al
borde de lo sacrílego;
Fresca
es la postura
Que
adquiere devoto,
Esplendida
la calidez
Que
colma su rosto,
Denotando
asombro tardío;
Irradiar
magnifico,
Son
sus mejillas y labios;
Suplica
desprendida
En
arcos ensombrecidos,
Vivacidad
de rojo crudo,
Sensatez
de nácar deslenguado,
En
gris y azul de vestido,
Que
compungida le cubre,
En
recreación enaltecida;
De
a gritos
Acusa
la virgen.
“Consuelos de
siervo oeste”
(Semejante pero
sin)
Desconociendo posesión alguna,
Despojado
de toda propiedad,
Recoge
su silueta el diván;
Comide
tal terciopelo,
Con
encumbrados cisnes,
Que
vierten vajillas
Ricas
en detalles;
Superficies
triangulares,
Donde
pastan
Violentos
carneros;
Mezcla
de ruidos agitándose,
Con
embudos por sombreros,
Al
descender hasta el entendimiento,
Al
desmantelar esencia
En
epifanía celeste;
Hervidero
de
Agujeros
displicentes,
Tríptico
en ponzoñosa
Advertencia,
Martillar
de maderos
Y
hogueras,
Que
adeptos fabrican,
En
infundadas
Interpretaciones;
Humanoides
insectos,
Inflamable
paja de pescados,
Búhos
arrojan monturas,
Dilatadas
en apariencia,
Aumentadas
entre humus,
De
poliéster e incienso;
Configuradas
para ser
Magia
elemental,
Apurando
imágenes
Y
dimensiones;
Picos
de acero y empuñaduras,
Marfil
de oro incrustado,
Contundente
sacude su flama,
La
cifrada entidad sangrada,
Símbolo
en movimiento,
Al
retraído observador;
Procurar
acompasado,
En
ilusión de desplazamiento,
Alarido
ejemplar y descocido,
Arma
de lucha a lo penetrante,
Ausente
vocal abierta,
Sin
la cual no existe Dios.
Fernando
García M.
Zup, zup.
ResponderEliminarDNC.