sábado, 7 de abril de 2018


“Artrópodos moleculares”

(Guarros de inmunda tiniebla)




Estos vampiros
Han vuelto sedientos,
Resucitados miserablemente,
De una profecía incompleta;
Como ensayos estéticos,
Exponen sus duros colmillos,
Amplias ansias saciadas de dudas,
Límpidos horarios de luna,
Que florecen de hoy para siempre,
En locura y necesidad;

Sucumbe el dios doce veces,
Aterrado en cada estancia,
Formando el reflejo adelantado,
De un suspiro próximo al llanto,
De un salmo menos complaciente,
Con luz suficiente, por defecto,
Para torturar la vergüenza,
A merced del recuerdo solido;

Inflexiones dividen el rostro,
En posesión y silencio,
Fantasía de una mirada verdadera,
De una autentica expresión dolida,
Ensañada en lujuriosa furia,
Con el destino duplicado,
En sensatez despreciable;
Esperanza y vacío,
Promesa y desconcierto;

A cada golpe de cristal,
Los ojos toman lágrimas traslucidas,
Santiguando transformaciones nuevas,
Quimeras diseccionadas al meridiano rotundo,
Donde sombras esculpen paredes enteras,
Dando garras y mandíbulas a aquellas cuerdas,
Que tensan susurros espeluznantes,
Angustia de una abstinencia caída,
Ritual de reiniciación;

Estos vampiros,  hambrientos,
Claman frutos de fuego,
Fatalidad de ególatra resistencia,
Sedación guiada en descenso,
A aquel madero en el corazón,
A aquella profanación ultima,
Que desvirtué ataúd por lecho.

Fernando García M.

*Datos de pista:
Tema: Composición 1.
Áutor/Interprete: Fernando Garcia M.

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