“Avances en materia de nada”
(Teleaudiencia de frente al dialogo)
La
madurez, la cual dude,
Traeríame
algo bueno,
Posa
en mi pecho el evocar,
De un
sentir, que si bien no mal,
Tampoco
procura calma;
Tristeza
en frustración encarnada,
Ante
el presente que indiferente,
Sin
sutileza se cae a pedazos;
El
desconocimiento que ronda absorto,
En
displicencias y vacilaciones,
Me
informa supersticiosamente,
Belicoso
y serpenteante,
Acerca
del dolor y la vergüenza;
Del
sopor de esa tragedia,
Que
respira la población refrescada,
Por
la sofocación que sin respuesta,
Implicando
alternativas falaces,
Moldea
la realidad en sucesos,
Con
manecillas vasculares;
En
coágulos usados cual números,
Cual
casualidades y pretensiones;
Quizás cual omisión discreta,
Pues por
actualizar la física,
La constante
tiempo equivale,
A
bochornoso fluir de sangre,
Y el
espacio, para aquellos desprovistos,
De
soluciones accesibles,
Deleite
es de atroces infamias;
Marchas
gremiales, oficiales consensos,
Teatrillos
sociales son, proyectos que incluyen,
Poco
menos que transiciones en papeles,
Colmados
en diplomática redacción,
De
aquella certeza inevitable,
De
que todo habrá de seguir igual;
No
obstante, emplazan estas acciones,
Peculiares
divisiones acentuadas;
Enigma
de un azar mayor,
De
una farsa nueva agonizante,
De
una sarna informal e impune,
Confeccionada
a grandes escalas,
Para
cuantos gusten engañarse;
Anhelo
se logre un acuerdo,
Deseo
asesinar los hijos de la paz;
Empero
se consiga una confluencia,
Deseo
asesinar los niños de cualquiera;
Añoro
se firme un tratado,
Saludable
seria desvirtuar,
Sin
razón ni preferencia,
La
indefensa inocencia de esos,
Que
sin allegados influyentes,
Padecen,
callan y soportan;
Todo
esto por supuesto,
En semejanza
completa a ellos,
Que
han formado indeleble ejemplo,
Empezando
por los más vulnerables;
De
pronto, quien sabe,
También
podrían concederme,
Fuero
de alguna estirpe,
Luego
que mi conducta,
Se
consolide harta en frecuencia,
Como
cotidiana e inestimable;
Sin
embargo existen,
Opciones
más delicadas;
Sí
para la opinión pública,
En
concertación sensible,
Con
lo oficial y subversivo,
Un
difunto en proximidad vale,
Una
cuartilla en prosa de pacto;
Realizando
la conversión a verso,
Un
poemario significar podría,
Un holocausto
al final poco relevante,
Un
bosquejo de realidad encrudecida,
Que
conforme puede archivarse,
Para
entonces modificarse después,
Expresamente
para no ser leído;
La
madurez, la cual afirme,
Acercaríame
a algo más cuerdo,
Tantéame
el alma con una fantasía,
Que
si bien no desvariante,
Tampoco
en efecto lúcida;
Contemplo
el olvidar de los sueños,
Relacionados
con falsas promesas,
Hechas
a una generación propia,
De la
ingenuidad que le incumbe experta,
En el
arte de digerir y defecar,
Ilusiones
adobadas en pésimas noticias.
Fernando
García M.
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