“Depuración semántica”
(Reminiscencia
de tipo extinguible)
Reduzco
las palabras,
Hiriendo de suave silencio,
La inquietud de lo desconocido;
Días como estos todos,
Resultan tan iguales,
Que casi logro distinguir,
Aquel tiempo en que algo,
Podía ser diferente;
Carrera
de resistencias es la vida,
Injuria que acelera su curso,
Para estallar lentamente,
Hasta sucumbir ante el fuego,
Hasta alimentar aquella fuerza,
Que sabe cómo detenernos,
Entre lamentaciones y excusas;
Reduzco
las palabras,
Abandonando de cualquier gracia,
La continuidad del destino;
Noches como estas salen,
Al encuentro del corazón,
Con ejemplos semejantes,
De dolor y mendicidad,
Vana desolación restante;
Barranco
de inusual belleza,
Es el rodar congojado del mundo,
Saeta que ahonda en las fibras,
De este nexo desafiante,
De este ineludible propósito,
Hoguera que extingue toda calma,
Guiando al perpetuo desenlace;
Si
existiese expresión alguna,
Que escapar permitiese al alma,
Lejos de los barrotes inicuos,
Del cuerpo que aprisiona y agita;
Si
habitase esperanza cualquiera,
Que deslumbrase la cabal ceguera,
De los ojos que mirando fuera,
Iluminar ansían el interior vacio;
No obstante, indecible crueldad,
No camina, reposa o respira,
En acento sentido o significante,
En imagen apreciable o representada,
Aquel solícito vocablo,
Aquella ambición de sosiego;
Quedando
solo al espíritu,
Cual redención asequible,
La veneración execrable de lo perecedero,
Plausible certeza infausta,
De la voz que propia disminuye,
Hasta la síntesis compleja,
De lo inanimado.
Fernando
García M.
Hiriendo de suave silencio,
La inquietud de lo desconocido;
Días como estos todos,
Resultan tan iguales,
Que casi logro distinguir,
Aquel tiempo en que algo,
Podía ser diferente;
Injuria que acelera su curso,
Para estallar lentamente,
Hasta sucumbir ante el fuego,
Hasta alimentar aquella fuerza,
Que sabe cómo detenernos,
Entre lamentaciones y excusas;
Abandonando de cualquier gracia,
La continuidad del destino;
Noches como estas salen,
Al encuentro del corazón,
Con ejemplos semejantes,
De dolor y mendicidad,
Vana desolación restante;
Es el rodar congojado del mundo,
Saeta que ahonda en las fibras,
De este nexo desafiante,
De este ineludible propósito,
Hoguera que extingue toda calma,
Guiando al perpetuo desenlace;
Que escapar permitiese al alma,
Lejos de los barrotes inicuos,
Del cuerpo que aprisiona y agita;
Que deslumbrase la cabal ceguera,
De los ojos que mirando fuera,
Iluminar ansían el interior vacio;
No obstante, indecible crueldad,
No camina, reposa o respira,
En acento sentido o significante,
En imagen apreciable o representada,
Aquel solícito vocablo,
Aquella ambición de sosiego;
Cual redención asequible,
La veneración execrable de lo perecedero,
Plausible certeza infausta,
De la voz que propia disminuye,
Hasta la síntesis compleja,
De lo inanimado.
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