lunes, 3 de abril de 2017

“Depredador crepuscular”

(Las reglas anteriores son inútiles)

Odio las razas, los credos,
Los partidos políticos,
Sociedades son que limitan,
El instinto individual;
Aborrezco los gremios unidos,
Que con solidaridad lastimosa,
Buscan suplir imposibilidades,
Al ensanchar autoestimas;

Odio a los que me miran,
Desde lejos con ojos de extrañez,
Como si el mundo desgarbado,
No hubiese visto nunca,
A un animal mal herido,
Padecer en dos extremidades;
Como si renunciar no se pudiese,
A la exoneración de la culpa,
Cuando se es sorprendido,
Cometiendo un homicidio;

Sé que hay muchos como yo,
Pero igual les repudio,
Ajeno me es el ser permisivo,
Cuando se trata de indulgencias;
Luego, no anhelo caminar en tríos,
No deseo conversaciones frívolas,
En las que reír deba gustoso,
Sofocado por la impura decencia;

No ansió tocar a la puerta,
Y conquistar con flores vistosas,
Ni calmar la furia inflamada,
De mi voz y ahumada garganta,
Con cremosos sabores fríos;
Ambiciono evadir cualquier estado,
Desafiando convites y almanaques,
Evitando el ser un porcentaje más,
De esa nada que se escurre,
Renuente por las calles;

Solitaria ha sido siempre,
Mi arrogante juventud,
Tampoco añoro entonces,
Amordazado por la vejez,
Atestiguar como se pierde,
El brío de esta carne ingrata,
Rodeado de falsas siluetas,
Que tibias rehúyan pasivas,
De la naturaleza envilecida,
Que innata habita lo humano.

Fernando García M.


domingo, 5 de marzo de 2017


“Estorbos tardíos”

(Se suelen los mártires)

Adicta a las mentiras,
Del poder y el dinero,
La tradición olvida,
Difuntos sin nombres;

Cansado es lo absoluto,
Por pecados y contingencias,
Por cielos que esconden,
Complicidades e intentos;

Reciente es lo infinito,
Entre arrugas defensivas,
Entre cumbres artificiales,
De géneros eclipsados,
E incitaciones desiertas;

Para vivir mejor,
Se debe tener ocasos,
Que lamentar mañana.

Fernando García M.

viernes, 9 de diciembre de 2016

“El signo y sus consecuencias”

(Modo compatibilidad)

Simbología redentora,
Que ojos haces de los ojos,
Y olfatos de las narices;
Dulce aroma transpira,
El arcángel sagrado,
Casi dios de los hombres,
Que en lujo avinagrado,
De lo inútil gime lamentos,
Gotas de sudor y sangre,
En la armonía que fluye,
Entre cuerdos y fanáticos;

Redentora simbología,
Paréntesis y comillas,
Suelen dar halito bello,
Al desconsuelo supremo,
De esa mala hipocresía,
De ese acuerdo tácito,
Que se hace con la normalidad,
Día tras día sin reparo,
Al mentir al ayer desaparecido,
Recordando de antemano,
Vida se debe a la vida.

“Consecuencia 1”

(El despojo de la prudencia)

*En guarnición desierta,
Descansa el guerrero despiadado,
Conduce su visión con cautela,
Evita el ser cautivo,
De un embeleso mayor;
Sorpresivo desconcierto,
Que supone marea agitada,
En dunas que se desplazan,
Sobre rígidos resplandores,
Circulo de fases pareadas,
Que baila secas sombras,
Vírgenes y en descomposición.


“Consecuencia 2”

(El tergiversar autobiográfico)

*En mi defensa debo alegar,
Siempre fui dador honesto;
Autentica se solía la voluntad,
Dispuesta en todos los versos,
Que plasmados con sencillez,
De mi pluma desnudaron,
Aquella verdad hermética,
Que son los sentimientos,
Símiles y codificados,
En intenciones y contextos.

“Consecuencia 3”

(La revelación frustrada)

*No deseo ideas oscuras,
Ansió la claridad suprema,
Líneas libres de toda magia,
Que solo esbocen sinceras,
Los padecimientos del alma,
Los suplicios del corazón,
Pues no sirven arandelas,
Ni imágenes de entretención,
Al sentimiento que vive,
Dilatado en ese tiempo perdido,
En ese intento fallido,
De expresar sublime aliento,
Al transmitir a modo breve,
El más delicioso suspiro,
El más alevoso clamor.

“Consecuencia 4”

(La venganza de la automatización)

*La correspondencia,
Los sobres aquellos invisibles,
Que transportan triviales cariños,
Instantáneos bloquean ahora,
Cualquier tipo de sinceridad;
En cuestión de segundos,
Se endulza infame el oído,
A través de pupilas puestas,
En diversos sistemas de figuras;
Al tacto sin mayor esfuerzo,
Surgen las alabanzas más serias,
Ciertas se dicen las intrigas,
Al complacer el ego superior,
Que insiste en acercarse y redimirse,
En manifestarse sin hora estipulada,
Entre más tarde, mejor.

Fernando García M.


sábado, 29 de octubre de 2016

"Hoy"

(29/10/16: Cuartada caballeresca)

Debe saberse siempre,
Cosa siempre sabida;
Su forma de obtener,
Escudo, símbolo y renta,
Fue lucha constante,
Cabalgando su nobleza;

Siempre debe saberse,
Cosa siempre sabida;
Instrumento era su honor,
Inútil y soslayado,
Prenda de inefable amor,
Habitual en el desgano;

Triángulos eran cuartetos,
En el asta bajo la axila,
En el peón del olvido,
Despiadado y cruel refugio,
Del insurrecto deseo;

Cuartetos fuerza de lanza,
En letal impacto de justa,
Eran luego, al caer de raudo,
Al pasar de pronto,
Siendo eyección de herraje.

Fernando García M.

viernes, 21 de octubre de 2016

“Figurillas”

(Coordenadas ideológicas)

Figura 1.

Con las muñecas abiertas,
Llevo los puños cerrados,
Y si me quito los guantes,
Es por llenarme las manos,
Primero que los nudillos,
De la carne detestable,
Del aliento sin fuerzas,
De aquellos indeseables,
Que siendo pobres rivales,
Se dicen nobles amigos;

Figura 2.

Si todos fuésemos pobres,
Oh, cuan felices seriamos,
Al gastar billetes enormes,
Manchados en toda macula,
Impresos en la sangre heroica,
De centenar de mártires inútiles;
Variedad de rostros en caricatura,
Que derrocharíamos al capricho,
De la suprema voluntad libre,
Guiados por aquel desvelo,
Sosteniendo el deseo de compra,
De insuficientes realidades disimiles,
Hermosos disfraces de argumento;

Figura 3.

Que van con antorchas,
Que van con bengalas,
Cantando a todo pulmón,
Agitadores de algún bando,
Son en la revolución que marcha;
Ebriedad de juventud inclinada,
Más allá de la lógica,
En la devoción orientada,
Que buscando puntos extremos,
Siempre asesora violenta,
El desdichado impulso;

Figura 4.

“Olé, chiste político”

(Vamos, busca mi comentario)


Fernando García M.

miércoles, 5 de octubre de 2016

“Los insulsos”

(Tres puntos aparte)

1.
Satisfacción siempre ajena,
Que oculta descifras dificultades,
Evita la valentía de tu pecho,
Al cultivar anhelos y raíces;
Desata la provocación plena,
Del perseguir aquellas causas,
Dueñas del acecho simple,
A la idea nunca mostrada;

Emulando dientes postizos,
Muerde la posteridad sublime,
Conduce igual al yerro,
Como al acierto infinito;
Destierra toda palabra fría,
Que en insólito lenguaje,
Reptil sea de pareada sombra,
De ojeras caídas despreciables,
En inhóspito manjar de luna.

2.
Unísono encomiable,
Nunca olvidado del todo,
Siempre pierdo el sentido,
Al buscarte el acomodo,
Notando el tono visible,
Del despreciar suculento,
Colmado y compungido,
En la mentira del rechazo;

Zarpando en trajes lejanos,
De especulaciones y sentimientos,
En danzas poco promiscuas,
De beatos, sumisos y pobres;
Aceptación dulce en conforme,
Que a la razón contradice,
Para saciar el dominio,
Inadmisible del dogma.

3.
El homicidio de la masa,
Desafía al campanario viejo,
Que ha sido gesticular panza,
Abierta de aquí hasta allá;
Metabolismo cerebral,
En brócoli celebras,
El cereal de ti mismo,
Cebada en maná rendido,
Que tener no se puede,
A totalidad en espiral,
A cabalidad de ensueño,
Salido de ningún lado;

Identificar se debe,
La connotación aquella,
Siniestra y conmovedora,
Desnuda y también bella,
Prohibida en cielo desierto,
Que conoce lo que dice,
Y evita lo que se entiende.

Fernando García M.

miércoles, 7 de septiembre de 2016

“Interpretación en tres tristes párrafos del qué pasa luego de un día largo”

(Pedestal de aparato en sombra cuyo patíbulo proyecta sobre pabellones y pupilas)

El desinterés y las prioridades,
La tecnología y su comunicación,
Me obligan a cambios terribles,
Sabiendo sé de silencios,
Tanto como de desilusión;

Todo ha menguando sus ciclos,
Todo es reclamar espacios,
Donde solo habita desamor;
Todo es tomar distancia,
Para sumar al dolor inútil,
Una ausencia estúpida,
Una explicación dúctil,
De lleno a las voces lejanas;

Las prioridades y el desinterés,
La comunicación y su tecnología,
Me acercan al cansancio plausible,
Erudito en el recelo desenfadado,
De evitar querer oírte.

Fernando García M.

jueves, 18 de agosto de 2016

“Preocupaciones Tomasa”

(Parque 93)

Leopoldo pájaro,
Pájaro Leopoldo;
Canta en la cocina,
La amarga negra,
Mientras trastea la loza,
De sus antiguas vergüenzas,
Recreando en su melodía,
Temas de picos y entuertos;

Leopoldo pájaro,
Pájaro Leopoldo,
León pálido,
Curtido león;
Dónde has marchado,
Si tarde solo no estabas,
Bailando a orillas del río;

Ahora refriegan cansados,
Sus puños los de una camisa,
Masculina es, la guayabera Leonisa;
Asimila el palenque, asimílalo ya,     
Grita la prieta encendida,
Perpleja en su dignidad;
Leopoldo pájaro,
Pájaro Leopoldo,
Qué escondido llevas,
En esa historia sin fondo;

Animalito de dos alas,
Vas agitando esas plumas,
A par lados diferentes,
De una misma sabana,
Pues sabido es, enteramente,
Las bondades de tu suerte;
Bate aquí, bate allá,
Presenta la condenada bruna,
Cristalino sudor bajo el gorro,
Entre cabellos de frágil plata,
Al corear a queda voz;
Leopoldo pájaro,
Pájaro Leopoldo,
Que bonito silbas,
El paseo de tu funeral;

*Fantasma de ave,
Bruma ansiosa de mar,
Hay tantas tormentas de abrigo.

Fernando García M.
“Las versiones de Leopoldo”

Las conversiones de Leopoldo,
Como gaviota o gallinazo,
Y en tantas cosas volando,
Su carácter regio asoma,
De rudo macho fluctuante;

Oh Leopoldo,
Leopoldo pájaro;

Convulsiones especiales,
En los sollozos de este mal,
Cual carroñero se nutre,
De lo rancio y genital,
Más aún vestido de blanco,
Reina es del festival;

Pobre de ti Leopoldo,
Qué ave has decidido;
Gallinazo o gaviota.

Fernando Garcia M.
“Entrada -7”

(Retrasado)

Ya la vida se ocupara,
De lo que ocuparse le toque,
Adivinando tristezas,
Anclando uñas y dientes,
En labios sin paciencia;
Tantas compañías se evaporan,
Para convencer a lo íngrimo,
Del motivo porque deben desmantelarse,
Relojes, ventanas y cintas métricas;

El acabado salvaje de la espera,
Cambia rostros en estados climáticos,
Y tragedias en similares;
Caleidoscopios comediantes acercan,
Nubes suaves que se multiplican,
En lo azul de este cielo ampliado,
Permitiendo las estabilidades,
Que nos separan;

Obvia la tarde se recuesta,
Sobre el horizonte sin doliente,
Admirando la resignación de sus espirales,
En suelas con dedos en bolsillos,
En carteras y bolsas de cuero,
Con metálicos objetos no amenazantes;

Se resume la actitud de lo imprevisible,
En el deseo de un lado corto,
Que menguado aún no alcanza,
A tocar tú sombra doblada,
Para delatar a la mente,
Que callada repite,
Muy bien, gracias;
A la vida que se ocupa,
De lo que ocuparse le toca.

Fernando García M.