“Adoradores de
falsa doctrina”
(Fanáticos del
equivoco)
Oh
desenfrenada locura,
Prófugas
sois de la ciencia,
Explicar
nadie puede,
A
cabalidad vuestros designios;
Oh ensoñación idílica,
Oh
desesperación natural,
Congregándose
son vuestras vacilaciones,
Engaño
de fausta grosería;
Agresivo
tornase pues,
El
alucinado como el demente;
Todas aquellas profecías,
Todas
aquellas promesas solemnes,
Que
auguren legado alguno,
Que
puedan dar fe, vivido testimonio,
Del
abolengo que les incumbe,
Absolutas
en su conjunto,
Ocultanse
a los ojos de los hombres,
Oh
devoción, cuando te cedes al yerro.
Fernando
García M.