“Inherente desperfecto”

(El yugo de la edición propia)

Te hablo a ti,

Hombre de vanguardia,

A ti hablo,

Insomnio cosmopolita;

Son anhelos tuyos,

Los más elevados horizontes,

Consagrar de pasión solemne,

Que aboga por lo inmortal;

Te hablo a ti,

Suelto eslabón creativo,

A ti hablo,

Curiosa incomprensión fresca;

Opulento perfil buscas,

Entregado a tan pasmada locura,

Corazón que lo abarca todo,

Por una emoción apreciable;

Oh revelación ilusoria,

Fantasía de grácil talante,

Son tus visiones grises;

A leguas de superficie,

Se encumbra la verdad,

Expuesta a los rayos del sol,

Vibrante sobre lo impalpable,

Cual superstición de sutil vuelo;

Oh indecisión armoniosa,

Extensa en broncínea riqueza,

Es la esperanza de dominarte;

Se manifiesta el acierto,

Cautivo entre lucidos modales,

Subyugado siempre a lo definitivo,

Afán de función y forma.

Fernando García M.