viernes, 15 de julio de 2016

“Las restauraciones del sueño”

(Bricolaje lírico)

A continuación,
Se presentan las consecuencias;
La excursión a lo externo,
Ha de acaparar, la tarde
Del sábado;

El hablar del como,
Se realiza un poema,
Implica narrar sin reparos, 
Una mentira degenerada,
Una discusión por lo subjetivo,
Que suele contradecirse;

El yo creí el autor pensaba,
Siempre deleite de la latencia,
Ha de intentar exponer la fugacidad,
Siendo aún material o tangible;
Los sentimientos que son eternos,
Rehúyen de lo momentáneo,
Al abandonarles las bocas;

En la apreciación original,
Fue una golosina curiosa,
Una inmersión jocosa,
Para mandarla a algún conocido;
Ardan en la hoguera
Escépticos y herejes,
Que aquejen de fe
En la interpretación,
Propia o transmitida;

Allí el deseo
De la sátira;
Un single para
El circulo insulso.

“Un single para el círculo insulso”

(La reprimenda del vacío terrible de los espacios virtuales; ninguno se conoce)

Es la canción de una
Empresa de azar,
Es una desproporción
Más huesuda,
Grabada para una idea;

Un prospecto desesperado,
Horrenda actitud de indiferencia,
Para hacer referencia en minuta,
A lo destacado de nada;

Sería como una especie
De adaptación en plagio;
Nos gustamos entre todos,
Sin olernos las caras.

“Comercial poético plusmodernista”

(En el blog también se promociona)

Redactar un texto,
Con un fin exclusivo,
Es una irreflexión cursiva,
Una imposición mezquina,
Donde se dice algo prejuiciado,
Contrario a la veracidad
De la inspiración;

No vale la pena mencionar,
Lo que es la narrativa;
El país sabe ir a la quiebra,
Calcula su sequía petrolera,
En dos décadas y poco menos;
Encerronas radiales,
Baila la autoridad perseguida,
Ex-primeras damas estiradas
Que nadie extraña realmente,
Arrean tediosos desprestigios;
La mala cabeza de sus maridos.

“Comercial poético plusmodernista”

(En el blog también se promociona - Restauración 1)

Felino león,
León felino,
Huye en tu misma camisa,
Huye entre cascos y bombos;
La complexión desgarbada,
De tu propia fiereza,
Amedranta la astucia tierna,
De tal buena puntería,
Que habrá de hacerte
La caza;

La sed de guerra en la hambruna,
La campaña bruta de las juventudes,
Cara a cara asume el destino,
Siendo motor de rebeldías,
Inclinación de lados irreconciliables;
Horrores de ortografía sin sentido,
Que detallan sus intimas tragedias,
Jugando a la gallina y el huevo;

El público en la publicidad,
La publicidad en el público,
Descarriadas inercias civiles, 
Que visten uniformados,
Son todo revueltos gentilmente,
Aderezados al vapor suave,
Dando ese sabor que alimenta;

Yemas de biblias sofritas,
En la carnosidad irascible,
De lo corriente y popular,
Germinan en enfrentamientos,
Sobreactuados y violentos,
Impuntuales en cambios precisos,
Peritas en la sincronización,
De sus dóciles tiempos;
Devorada ha sido la historia,
Igualmente y sin remedio,
Por desertores analfabetos,
En despiadadas erudiciones;

León felino,
Felino león,
Triunfal cuenta los saludos,
Del otro lado de esa barraca,
Donde teclas y pantallas,
Moldean lo superficial,
Ajustando tal independencia,
Inestable, prematura y aún lozana,
Al tomar posesión rápidamente,
Entre la convicción y el reflejo;

En Caracas, su Majestad,
Es difícil encontrar zapatos
Marrones de talla 14.


“Para los más selectos”

(Recuerdo de “P” pacotilla)

Mineral delicioso,
Que cálido rebulles,
Hasta ser formación rocosa,
Explícame si hay tormento,
En que tome el corazón adusto,
La corteza de ese amor tuyo,
Reverencia impermeable,
Indiferencia ante lo húmedo,
Aún en turbulentas corrientes;

Delicioso mineral,
Que ensordeces mayestático,
Oídos ante fingidas lágrimas,
Que enmudeces descarado,
Labios ante cualquier replica;
Demuestra si es posible,
Consideración por algo,
Igualmente subterráneo;
Tranquilidad de brisa libre,
Es el atardecer solitario,
Camino a dormir sin nadie,
Cual esfera sepultada,
De bordes embravecidos;

Suele tener claro el estereotipo,
Lo difícil que es ser humano,
Al lidiar con todo lo desgarbado,
Con todo lo descarriado e ingenuo;
Rareza que se supone,
Debe acabar en la inercia,
Pero que a ciencia cierta,
Nadie sabe en absoluto;

De modo que terminemos,
Como piedras de inundación,
Revolcados y sin atestiguar,
En veredas y corregimientos,
Bajando la calle larga,
En consonante para la paz.

“Para los más selectos”

(Recuerdo de “P” pacotilla - restauración 2)

Pujando se llega a la vida,
Pujando se sale de ella,
Como cosa pasajera,
Que si se pierde poco importa;

Cual piquete suculento,
De larvas gustosas de miel,
Elixir del alma universal,
Que linfa pasea de estrellas,
Siendo sangre y energía,
Que busca siempre sedienta,
Sin garantía, éxito alguno;
Celosos artrópodos de Díos.

Fernando García M.

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