jueves, 2 de junio de 2016

“En exploración al satélite”

(Salto inverso)

Soportes para la vida,
Sorteo para los sentimientos;
En tantos agregados,
Cabellos y uñas crecen,
Haciendo solemne memoria a los días,
Para ser cortados sin previo aviso,
Con la pulcritud como pretexto,
Para la prohibición de lo libre,
En un mundo de inconexos;

El farol en rojo enmudece,
Siendo esta la mejor obra infantil
De todos los tiempos;
Al rayar las palabras repetidamente,
Al golpear con pasos el pavimento,
A la vez que la noche fría
Sorprende abundante,
Con sus polidireccionados pasajeros,
Que se dirigen y devuelven,
Que se digieren y desprenden;

Sondeo para las opiniones,
Solfeo para las melodías;
En el infierno de los contextos,
Arden las sociedades conceptuales,
Que a los espejos renuncian conformes;
Licor que duermes insomnes,
Furor que razones no escuchas,
Las sombras no suelen ser tropiezos,
Para habitantes de oscuridad,
Sin credo, misericordia o escarmiento;

Autentica preparación inverosímil,
Frotando kerosene en su piel,
Se halla un alma de chispas y silabas,
O mejor aún, de silabas chispeantes,
Indagando si lo que sostén atribuye,
A tristeza y felicidad,
Es acaso lo vertiginoso en caída;
Empate de fulgor, sospechas y fuerzas,
En raudo equilibrio insustancial,
Que sin mucho esfuerzo ofrece salidas,
Pues como todos han de saber,
La falta de preocupación tiene una edad,
Y de espaldas a la luz,
Proyectado magnificadamente dismorfe,
Entreveradas arriban certezas,
Que ondulantes indican, no es esta;

Huellas sobre la arena,
De cierto en suelas sin dueños,
Que desconocidos ya han transcurrido,
Hace corto quizás, hace largo de pronto,
Del hallazgo que evidencia,
La travesía de sus intenciones en búsqueda;
Sin embargo, existen batallas indefendibles,
Desde externas interacciones dispuestas,
Y en esto, la jaula resulta,
Exasperante, virtuosa y pequeña,
A lo que algunos asienten,
Voluntarios, obligados e indecisos,
Al llamarle cuerpo movible;

Soportes para la vida,
Engañare esta recreación,
Para divertirme en lo simple,
Cuando ya no quede nada.

Fernando García M.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

versosysoledad.blogspot.com