“Vacías edificaciones de piel”

(Heridas destilan tonadas)

Estos días sin amor,

Entonan dulces melodías,

Que en otro tiempo sonaron mejor,

Por dar rienda suelta,

A ilusiones y sorpresas,

Entre dramatismo y color;

 

Ahora para no pensar,

Idear resulta siempre,

Aparición de tragedia,

Al pasar sobre tantos hechos;

Sobras de armonía y carne,

Deseos tibios, desolación fría,

Sin luz alguna que pueda alumbrarles,

En tan única oscuridad;

 

Formas adquiere la noche,

Su luna de bronce dormido,

Dibuja insomnes recorridos;

Labios que dieron vida,

A palabras de esperanza,

Parpados que al cerrarse,

Solían ver rostros encendidos,

Por la lumbre de lo divino;

 

Hoy para no desentonar,

Canciones antes no escuchadas,

Adquieren sentidos inimaginados,

En días sobrios como estos;

 Faltos de cualquier amor,

Con albas ofrendadas al silencio,

Al simular no nos conocemos,

Merodeando por allí, deshabitados.

 

Fernando García M.