“Aplica para sí mismo”

(Al desarmarlo sin agüero)

Testigo de lo cotidiano,

Llamando la vida se asoma,

A la ventana colgada en tres líneas,

Que ahora se fragua para nosotros;

 

La era a cuesta de tristes puntas,

Penetra las frentes como atajo,

Para que dulces arriben los pensamientos;

 

Generación de comas,

La melodía que se conecta;

Dispositivo acondicionado,

Tan poco como tanto,

Cuenta da de la ansiedad,

El tema que responde a nada,

Para que la bandada de pájaros signos,

Dentro de ella revoloteen;

 

Portando plumas negras,

Croando cual anfibios de espanto,

Sabiendo crímenes de almohadas,

Para que cuando la calma vuelva,

Se descubra la habitación vacía;

 

Ya he tenido gusto en conocerte.

 

Fernando García M.