lunes, 12 de agosto de 2024

 
“Petición amarilla”

(Quédate, hazme entender)
Si conoces quizás,
Una forma más armoniosa,
Más elevada tal vez;
De contemplar el desvanecer,
Del ocaso ruborizado,
Que da pasó a la noche,
Sin la presencia encendida,
De tu ser impredecible,
Colmado en delicada magia,
Sumido en llanto y sonrisas;
 
Por favor no la menciones,
Pues no abrigo ambición alguna,
Más grande que el sutil aroma,
De tus cabellos dorados,
Por el sol que se extingue,
Cual apagada antorcha,
Entre tinieblas y sombras;
 
Por favor no la digas,
Que no espero más de esta existencia,
Que paulatina se evapora,
Paciente e indetenible,
En la penumbra de la tarde;
Que reflejar el ardor secreto,
De tus pupilas enternecidas,
Quemando mi piel solitaria,
Dolida de tanto querer;
 
Oh cuántos deseos;
Crepúsculos y sueños,
Abundan la tristeza anhelante,
De mi cuerpo prendado,
A tu corazón hermoso,
Cual luz radiante,
De inagotable alegría;
 
Oh cuántas ansias;
Suspiros y palabras,
Embargan el frágil opaco,
De mi alma pensando,
En aquella tuya dividida,
Entre el hoy y el ayer,
Que somos expuestos al tiempo,
Que sin reparo devora,
El encanto de los días,
Encadenando nuestros silencios,
Desde ahora para siempre;
 
Si quizás conoces,
Un modo más conforme,
Tal vez más entregado,
De comprender las razones,
Del porque clarea el firmamento,
Antes de oscurecer;
Quédate belleza dulce,
Quédate y hazme entender.
 
Fernando García M.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

versosysoledad.blogspot.com