viernes, 23 de agosto de 2024

 

“Marea citadina”

(Litoral pavimento)
Víveres, abarrotes y anhelos,
En sus esquinas altas,
Aún secas y calladas,
Temen el correr ruidoso,
De turbios riachuelos,
Con peculiares pasajeros;
 
Almohadas viejas,
Mecedores rotos,
Peluches sucios,
Rodeados de sedimento,
Saludan las luces de las ventanas,
Donde la oportunidad de algo,
Escaso y quizás suculento,
Se cuece sin elegancia;
 
Alguien habrá de persignarse,
Tres veces y un poco más,
Al recordar el ansiar acido,
De sus vientres que de a pautas,
Con pulgadas se llenan los ojos,
Preservando desoladas las bolsas,
Adheridas tras sus ombligos;
 
Arroyo peligroso,
Peligroso arroyo,
Señal propia has adquirido,
En la nomenclatura urbana;
 
¿Y adónde va tanta agua?
No importa siempre que arrastre,
Sobras y desperdicios;
 
Luego siempre es factible,
Exponer al fluir airado,
Algún columnista comprado,
Uno que otro político retirado,
Y porque no, después que mané,
Más de una factura publica;
 
Dormitorios bahías de buses,
Juventudes sin lágrimas sensibles,
Olvidadas cajas de dientes,
Canas de arrugas sudorosas,
Bronceadas por soles nublados;
 
¡Acuosa procacidad compartida!
 
Esperamos todos juntos,
En la cuesta menos asequible;
Resonancia de cielo opaco,
Anuncia en proximidad torrencial,
El descenso de la lluvia.
 
Fernando García M.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

versosysoledad.blogspot.com