“Cabello que mueres”

(Lamentos se perpetúan)

Con venas asomadas en los pies,
Uñas exhiben como cascos,
Barniz oscuro en lugar de calma;
Cavidades pesadas en círculos,
Son ropajes en cambio de tacto;
 
Sonrisas subterráneas,
Cuando elige vestuario de calle,
Al asegurar indebidos de acto,
Con complejidad terrible,
Con inalcanzables esperanzas,
Con aros ocres en dedos y orejas;
 
Repitiendo labores,
De tablas y cobertores,
Escondiendo el alma tenue,
Que sutil asusta expuesta,
Como sospecha de ruina,
Como incurable en certeza,
Como refuerzo de vida,
Sustentada por sustancias y arena;
 
Sal perdida en sus cutículas,
Son fosas que impelen basta,
Reutilizando el aire seco,
De algunos más afortunados,
Que no han entregado todo;
 
De algunos que aún poseen algo,
De eso que produce asco,
Cuando se hacen cosas a diario,
Desgarrando la dignidad de la noche.

Fernando García M.