“Motor y combustible”

(Locura)

Tengo la tinta negra,

Y las estrellas por suelo,

Títulos me sobran,

Para ser sin acuerdo,

Sofocada la noche exige,

No le malgaste de esta manera;

 

Hay un modo simple,

En lo despierto de estas sobras;

Detrás de los sentimientos,

Penden diminutos letreros,

No clasificables como verbos,

Calificativos o augurios;

 

Elaborada es esta percepción,

Cual ajustado traje de embrujo,

Luto, moralidad, descarte y suspenso;

Engordo en el tedio de la carne,

Aconsejándome temer al sacrificio,

Arrinconándome en espacios conocidos,

Para insultar la estimación propia,

De lo que alienta las almas,

A acudir a los infiernos;

 

Sobrevivir suele sonar distinto,

Cuando en un lento vaivén,

Todas las silabas despojan connotaciones,

En opuesta dirección de lo acertado;

Resulta en verdad,

Que ya no se es tan pequeño,

Y lo notable sabiendo ser infeliz,

Se prende al desconocimiento,

De lo que aquello podría,

Durar en tiempo;

 

Así que salgo de la distracción,

Para entretenerme en acecharme,

Fuera de significados y artefactos;

Disminuyendo lo confidencial,

Abordando lo expresivamente necesario,

Para tal fin, improviso;

Maximizare estos labios,

Y lo que decir puedan,

Al precipitarme en nulidad,

Anulándome precipitadamente,

Pues en definitiva,

Lo es todo el rechazo.

 

Fernando García M.