“Dulce felino muerto”
Tomate podrido,
Limón amarillo,
Limón amarillo,
Papa apostemada;
No polvos mágicos,
No ancas de rana;
Hechizo o brujería,
No importa nada,
Pues en el tercer mundo,
Se pierde el encanto;
Pues no gustas de muertos,
Ni yo de difuntos;
Y lo peor no es el precio,
Y lo más tétrico no es el duelo,
Sino la exactitud de lo incierto;
Del cuando te toca, te toca,
Siempre que falte o sobre tiempo,
Nunca que sobre o falte tiempo;
Tomate podrido,
Limón amarillo,
Papa apostemada;
No es ensalada,
Tampoco barita mágica,
Ni escobas voladoras;
Sortilegios o prestidigitación,
Es solo cuestión precaria,
De hora, color u ocasión;
Es solo asunto famélico,
De pánico, dolor o intención;
Sin misterio, ni senectud,
Sin canciones, ni recuerdos;
Sonidos ondulantes entre silencios,
Yace ya en la basura tieso;
Fétido y gatuno,
Nueve veces lombriciento;
Fatalmente tarde,
Para su cita sobre el tejado.
Fernando García M.
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