“Fálsabula”
(Reflexiones de entierro)
Cuánto podría quedar de mí,
Antes de la puesta de sol;
Antes que el hiriente resplandor,
Devorara en ascenso o descenso,
El suelo sin remedio cálido;
En las orillas del día,
Siempre el cielo carmesí,
Evapora cual etéreo alcohol,
El posible flagrante candor,
De los hombres ocultos en el seno,
De inalterados sueños,
De inquietos insomnios,
Que en reflexiones de vida,
Arribo dan a la perdida absoluta;
Las promesas saben el camino,
Al olvido que han sido,
Cuando mentiras y verdades,
Adquieren símil sentido,
Moldeando deforme el destino,
De almas oscuras en pardos animales;
Cuantificar en magnitud fiable,
La potestad sobre uno mismo,
Lo que se es, se fue y se será,
Resultado es de múltiples cosas;
Quizás extravío invaluable,
También encarnación de cinismo;
Pero la ocasión que se entera,
Expresa infames e ingeniosas,
Maneras de ocultarse al rencor propicio,
Para una caída provocada,
Para un final merecido,
Para una siesta larga,
Sin más que un adiós por aviso;
Las condenas conocen el sendero,
Para añadir años y eslabones,
Siempre que culpable se admita primero,
Están de más justas absoluciones;
Renunciando a libertades por ese encierro,
De ilusión triste que termina,
Por detener los corazones.
Fernando García M.
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