“Para lo que deba cambiar”
(Argumenta al actor difunto)
Un listado considerable,
En extensión y dominio,
De culpabilidades y desatinos,
Ha convertido esta vida desechable,
En lo que es en su flaqueza,
Sin salvación o destino;
Cúmulos de recuerdos,
Licúa la mente espasmódica,
Gratos e insoportables algunos,
Deprimentes y ligeros otros;
Ángeles pocos posan los hombros,
Contrario a las numerosas legiones,
Que custodian sueños e insomnios;
Lo que indudable se requiere,
Para hacer feliz a otro ser,
A otro corazón sensible,
A otra alma en ilusión;
No lo poseen estas palmas,
No lo tocan estas manos,
No lo dicen estos labios;
Tan solo me bastan ganas,
Para arrear instintos propios,
En tan perturbada condición,
En la que busco convencerme,
De desistir definitivamente;
Sin mañana posible, ni huella en raíz,
De esta zozobra inútil,
De esta sorda trama vil;
He seguido pasos suficientes,
Al completar estupendamente,
La secuencia de actos ponzoñosos,
La verticalidad de fatuos corrientes;
Reconozco infalible,
La totalidad de aquellos estados,
Aprobando cada objetivo;
Trofeos de hiel, miseria indeleble,
En la gravedad de lo mismo.
Fernando García M.
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