“Valido por recidiva o por posible retiro“
(Tres decenas es vejez) He perdido el toque,
También la destreza;
No existe roce,
Tampoco belleza,
Que sepa despertar en el alma,
Algún tipo de goce;
Ya la secuencia seguida,
De albas y ocasos,
Marca lo dormido y despierto,
Cual patíbulo continuo,
De pensamientos absurdos;
Fantasías de inicuo concierto,
Confluencia desmedida,
De horroroso infortunio;
He extraviado el don,
También la dulce gracia;
Impuro el corazón,
Depura aquella infamia,
Pasividad de estos días muertos,
Resignada sin pasión;
Ya la suerte preparada,
Blandiendo lunas de espanto,
Acude en su inmaculada defensa,
Incertidumbre de conocido,
Fragor de desprotección incólume;
Fastuosa reseña inútil,
Del cuerpo que inmóvil se hunde,
Forjando en deleble rastro,
La huida de arena frágil;
Sepultada la sangre,
Raíces echa el sueño nefasto;
Peliaguda pesadilla,
Que revolotea y resurge,
Por los poros de la tierra,
Destilada en el sudor salado,
De sobresaltos pasajeros;
Emisiones inconfundibles,
De los sentidos cansados,
Que intentan volver fiables,
Al encomio de la percepción;
Oh digno cauce del tiempo,
No existe retorno seguro,
Inhabitables son las cenizas,
Para el fuego que sediento arde;
Lamento es el viento tiznado,
Que sacude y relaja las horas,
Alusión perentoria que infunde,
Manierismos a aquellos despojos,
Intenciones a aquellas palabras,
Símiles de significados impropios;
Oh indignación frívola,
Qué airada saludas el desvanecimiento;
Oh vacilación díscola,
Qué enjutas el ansia insaciable,
Con las sobras mal roídas de este apetito;
Cómo acaso he perdido,
Algo que nunca tuve.
Fernando García M.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
versosysoledad.blogspot.com