“Algún
día estuvo en la onda“
(Pudo
haber lamido un clítoris)
Voz
de marciano,
Qué
hostigas y condenas,
Lejos
es tu planeta,
Sideral
tu desatino;
Tienes
lo cuerdo dolido,
Lo
torcido enderezado;
Dueño
soy de todos mis músculos,
Míos
son tus sentidos;
Cabalga
el país en medio de cambios,
Y
no me es cómodo hablar de ello;
Superstición
de mal agüero,
La
frecuencia sí determina;
Hastiados
estuvimos,
De
la esperanza algún día,
Tanto
que vivíamos naciendo,
De
la forma acostumbrada;
Las
caries a las niñas,
Como
a los niños las liendres;
*Quisiera
ser pobre,
Y
romperme el lomo cuero,
Haciendo
las horas que sea,
Marañitas
y otras cosas,
Después
que quede,
Pá
la mujé, el trago,
Y
la bolsa;
Burras
y marimondas,
Escépticos
animales,
Espectáculo
circense,
Reporta
el mal herido;
Bravo
déspota amante,
Que
le golpea en la sala
De
procedimientos;
El
valor de aquello,
Le
tiene cansado,
Al
usarlo con propia sintaxis,
Dando
luz a verbos, elogios,
Deleite
de indignada ofensa;
“Te
lo advertir rostro solemne,
Al
norte donde dominas ecuestre,
Siendo
can, conejo y chivo,
Fuiste
relajación de la fiesta;
Deja
que encontrando busque,
A
aquel fauces de pene”
Supliqué
perdón luego el tunante,
Lloriqueando
tanto amarle,
Que
aferrado a su palma,
Expone
sus estucados claros,
Obra
de pintor detestable;
Dolores
que fingirle,
Para
verse conciliado,
Argúyele
postrado,
Evocando
tantas imágenes;
*Destaco
la luna inocente,
Desafío
el mayor presagio,
Seguro
le movía también a ella,
La
lengüita como algunas;
Pero
esta supo chuparle,
Y
de pensarlo qué gusto;
Si
no en aquella noche nupcial,
Seria
tremenda decepción,
Si
sí, grotesco y visceral;
Si
hiciésemos un ranquin,
De
las primeras y segundas,
En
todo ente hay alguna,
Que
es un deleite sufrido;
Contemplarles
tan solemnes,
Caritativas
en su candidez,
Lanza
invitación a encontrarles,
En
el más desnudo recelo;
Qué
quien sepa lo que deba,
Entienda
el porque me he ido;
*Ella
y tos sentimos lo mismo,
Aunque
no nos conozcamos;
Infantil
es verle gozar,
Un
desperdicio perderle;
Sabe
so llevar la batuta,
Cual
alma que,
En
el baile se retuerce;
En
esa danza risada,
Riele
cual escozor el adentro,
Siendo
bramidos de bestias,
El
artilugio de su argumento;
Un
ajedrez de poses,
Que
dan por movimiento,
De
toda pieza;
Con
que preces bendice,
El
manierismo del caballo;
*Hace
rato que no se ven,
Nuevos
comerciales,
De
papel de baño;
Los
publicistas lo saben,
Si
no se come, no se caga;
Lo
mismo con los de lotería,
Pásale
igual a la suerte;
*De
Banco Cafetero,
A
Granbanco – Bancafe,
Luego
de allí a Davivienda,
Por
ahora;
Transformanse
las instituciones,
Ante
el consumo de droga;
Representa
ese gamín nacido,
De
un papelón insuperable;
Luchar
por mártires,
En
la lividez de la mansedumbre,
Rondar
menguado,
Por
la vejez insufrible,
Ceñido
al disculpe,
De
una colaboración;
*Hacer
un paro,
En
un banco en liquidación,
Es
el suplicio de ignorar,
Como
se irán terminando
Los
contratos;
Todos
bien perfumados,
Al
siguiente día a trabajar,
Fueronse
aborreciendo,
La
incestuosa morfosis;
Siempre
habría un buen rincón,
Que
alfombrado de lo más sucio,
Sirviera
de conversación discreta,
Mientras
impersonal atención,
Frustrado
se ofrece al cliente;
A
los pocos días,
Húbose
acabado;
¡Seguro
poso en sus labios!
Fernando
García M.
https://versosysoledad.blogspot.com/2015/07/a-que-jueganlas-ninas-santos-lamiendoun.html
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