“Bis bla, bla, bla”
 
(El coro de los actores) 

(I)
 
La noche es joven,
Rebeldía altisonante;
Como celda de verbo,
Como pieza de carne,
Como la vez dispuesta,
Que evitó y luego trajo;
 
Confianza de qué sirves,
Si nadie ansía tus servicios;
Aborrecible madurez aparentas,
Que seduce solo en lo equivoco;
Ahora con seño de ternura,
Suave sonríe fingiendo;
 
Desvergonzada alma,
Elemental desperdicio,
Anhela corona tu frente,
Respiran orgullo tus pulmones;
Admite tu sombra caída,
Lo breve siempre consiste,
En dejar de lado al corazón.
 

(II)
 
La noche es joven,
Rencor de mil pesuñas,
Tormento seria callarla,
Como le callá oscilante;
Espera la dama compungida,
Respuesta pronta al llamado;
 
Triatlón de posesiones maniacas,
El afán es meta en distancia,
La resistencia, flaquear al parecer;
Exceso en curso a la cima,
Felicidad eres que considerada podría,
Denominarse unidad mal sana;
Condición de hostilidad,
Esfuerzo por permanecer semejantes;
 
Para la misma época,
Vilmente lo supiste,
Para la misma época,
Adolecía hondamente;
Dónde sabrá la armonía,
Cuando escape en la discordia;
 
Dónde y porqué motivos,
Si la calma se excluye en el acto,
Mientras arrojas puñaladas;
Palabras en busca de altibajos,
Miradas de odio encarnado.
 

(III)
 
La noche es joven,
Colocad las botas ajustadas,
Rellenad los abrigos de cuello largo;
La ira del dios es suprema,
La nieve ha de sepultar los cuerpos;
 
Fría lapida es el lecho,
Horripilante nicho de cieno,
Donde la serpiente baila,
Cascabeleando su abundante cabello;
Suplica soledad aquel agobiado,
Propiedad cabal de su sensible;
 
Nuevos y viejos hábitos,
Adquiere y suprime despreciable,
Agotando todo encomiable avance,
Malogrando cualquier posibilidad;
Qué arda la tragedia y el mundo con ella,
De importancia se faltan los argumentos,
Defenderse puede suspicaz la razón,
Alegando no entendimiento.
 
Fernando García M.