“Pestis”
 
(Encumbrado en trió de corceles, alba trae al renacimiento)

Tres hermanas ellas,
Danzando en sus formas,
Buscan sus raudos caminos,
Bilis, esputo, mancha de carne;
 
Concurridas por supuesto,
Danle cordel al cambio;
Allí donde existe un piquete,
Allí, abunda una nueva clase,
Vestigios de oportunismo;
 
Palmas llevan colmadas,
De sus propios obsequios;
Detenerse puede el combate,
Catapultar puédese también,
Cuerpos de familiares;
 
Esbeltas fibras de algodón,
Atañen a la razón de sus atuendos;
Como afectos suele decirse,
Prendas del fuego, se queman todas,
Antes de entrar forastero;
 
Pneumónica, Bubónica y Séptica,
Invocados son sus nombres,
Con horror claro oscuro;
Ropa de cama mancillada,
Merodear de roedor prurito,
Que se desplaza desde el alma,
Hasta el febril infinito;
 
Delira, delira sofocación,
Alzados en orlas sus brazos,
Lamentan el amor no tempestivo,
De tantos otros corazones;
 
Liberación desquiciada,
Sed de poder impoluto,
Fracasos de labios y pezones,
Que les legaron allí;
 
Amantes, nobleza y cortesanos,
Semejantes cual plebe incidencia,
Falleciendo en aposentos fastuosos,
Agonizando en húmedo lecho,
A rastras halan del mundo,
Bendiciendo el arribo,
Del supremo nacer nuevo.
 
Fernando García M.