“Funcionarios lleva el carruaje”
 
(De fiar no es el poder)

Cautivo personaje,
Que violentado te sabes,
Que sometido te entiendes,
Reducido de toda manera;
Tardes han de venir,
En largos días de silencio;
 
Hostil monstruo desvergonzado,
Retienes la palabra,
Dominas la opinión suprema,
Paseándote preferido;
Voluntad es la tuya,
De disponer sin límite alguno,
De frentes, voces y palmas;
 
Cautivo personaje,
Deliberado es el atropello,
Despiadado el descaro,
A luz plena de sol,
Posesión toman ya de todo;
Cuál demonios dioscuros,
Cuál supuestas conspiraciones,
Que se deben punto final;
 
Amantada es la bestia,
Ruge en tono de furia,
Heridas resiente de cualquiera,
Creyéndose en peligro,
Llamándose atacada;
Reaccionando pues impecable,
Violenta en ámbito público,
Pacifica a peculiaridad conveniente,
Ávida e inquisidora;
 
Cautivo personaje,
Frases han de sobrarte,
Al retozar a la sombra;
Criminal eres claramente,
Al amparar la defensa,
De lo tuerto e infructuoso;
 
Ablandan ya vuestras carnes,
Azotes y excreciones;
Afrentas simbólicas que reiteradas,
Afianzan la somnolencia del alma,
Sobre los aún restantes bríos,
De tu cuerpo mancillado;
 
Arremete, oh criatura enferma,
Arrastra cuanto encuentres cívico;
Posa aquellos cascos y furia,
En rostros, pechos e insignias,
Permitiendo simpatizantes y familiares,
Desde afuera insistan atados;
Enfáticos en la no existencia,
En la ausencia de todo miedo.
 
Fernando García M.