“Hermano
arcoíris”
(Aún
se mantiene)
Truenos
airados resuenan,
En
los cielos que sacuden,
Nubes
grises y negras,
Trayendo
agua en caída,
Sobre
la tierra que ha pecado,
Dando
al diablo siempre de más,
Al
momento de la cena;
Calma
Jesús calma,
Los
tiempos son ya distintos,
Y la
naturaleza destruir puede,
Hijos
con sombreros,
Flores
en floreros,
Misericordia
en vejez reciente;
Féretros
con cuerpos,
Alejados
y purulentos,
A los
pies de la lluvia,
Profundidad
de arena inician,
En
sepelios múltiples,
Con
llantos de lenguas,
Irreconciliables
y diversas;
Símiles
en el dolor mismo,
De la
resignación inevitable,
Que
los ojos cierra absoluta,
De
centenar de acólitos idos,
En la
desobediencia obediente,
Del
dechado del demonio;
Centellas
y relámpagos,
Devorados
son por rostros,
Atónitos
de temor y pánico;
Hombres
y mujeres ocultan,
Esmerados
en cruel ahincó,
Lo
mezquino de sus almas y seres;
Secretando
respiraciones,
Con
explicaciones que argumentan,
La
facilidad adaptable,
A
tonalidades turbias,
De
sus corazones oscuros,
Que
mienten y engañan,
De
modo salvaje;
Calma
pequeño Jesús,
Serénate
que aún mucho falta,
Para
acabar con tanta pena;
Lejana
aquella crucifixión,
Casi interpretada
en minusvalía,
Simbolizada
fue para convertirse,
En
amuleto de bocas en desesperación;
Voces
que por alivio indagan,
Al
tomar el bus, al padecer aburrimiento,
Al
cantar canciones paganas,
Preparando
trituradas especias,
Al adobar
carnes saladas,
Que
nutran las propias que anhelan,
Con
ansias de poder y dominio;
Instinto
que a exigir les obliga,
Más bríos
en sus músculos,
Más
facultad en sus manos,
Más
belleza en sus pupilas,
Guiadas
por la gula miserable,
De la
ambición que nada ofrece,
Luego
de saciada la avidez;
Traqueo
de huesos cálidos son,
Intentando
sortear el peso del mundo,
Con
consciencias contenidas,
En
pareceres pálidos apresados,
En
percepciones de adjetivos,
Con
el agitar incólume,
Y el pálpito
mudo;
Aún
no caigas Cristo amigo,
Ocasión
es esta en que la cruz,
Hecha
está de arena y mar;
Abundante
bondad que atestigua,
Aquellos
pasos cansados,
Retumbando
en truenos recónditos.
Fernando
García M.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
versosysoledad.blogspot.com